Es un jovencito súper, súper cariñoso y bueno, se nota que es casero.
No tiene ningún miedo a las personas, te busca y pide mimos, el pobre no sabe por qué está en una gatera.
Con el resto de gatitos se lleva súper bien, le encanta jugar con ellos, disfruta con sus compis, es súper sociable y muy simpático.