Os presentamos de nuevo a Roble, un precioso perrito que cuando llegó al albergue tenía su patita izquierda muy mal y tuvimos que practicarle cirugía que consistió en la amputación.
Es todo un campeón, siempre alegre y con unas ganas enormes de disfrutar la vida. La verdad se recuperó muy bien y muy rápido, se desenvuelve perfectamente.
Ahora busca un hogar definitivo donde ser feliz y muy querido para siempre.
Con las personas es un perro maravilloso, noble, cariñoso y muy tierno.
Con el resto de perritos se lleva genial, convive con otros y disfruta de su compañía.
¡Ayuda a Roble a encontrar a su verdadera familia!