Con casi 10 años lleva desde agosto 2018 en la prote, 6 largos años en un chenil, casi toda su vida, esperando encontrar una familia.
Con las personas es un encanto, un perro cariñoso y noble.
Su actitud es sumisa debido a su pasado.
Disfruta los paseos y la compañía de nuestros voluntarios, pero pasa mucho tiempo solo.
Esa carita triste y mirada seria nos da tanta pena!, parece como si se hubiera rendido, sin esperanza.
Busca una familia, siendo hijo único, involucrada, que quiera trabajar con él para ayudarle y darle lo que tanto necesita: amor.